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miércoles, 29 de febrero de 2012

Soneto

 
Atento pero no constantemente,
atiende a el gran profesor en clase,
aunque casi todo el mundo de el pase
el quiere negarse correctamente.

Abucheos el prefiere evitarse
rehusa a gritos constantemente
bastante avergonzado se siente
no consigue parar de lamentarse

tras largas horas de intenso estres
el pobre chico ya no sabe que hacer
esos gritos duraron un largo mes

el es perseguido por unas entes
esta penuria ya no es de merecer
con las tumbas ahora se entiende

jueves, 2 de febrero de 2012

Comentario de texto - La sonatina

La sonatina
 
Version:1.0 StartHTML:0000000167 EndHTML:0000004893 StartFragment:0000000454 EndFragment:0000004877 La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa acaso en el príncipe del Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real,
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.

¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!

¡Calla, calla, princesa dice el hada madrina,
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!


El tema de este poema es metapoetica, típico del modernismo ya que Rubén Darío es un escritor de esa época literaria. Rubén Darío nació en Nicaragua, fue un hombre preocupado por los problemas de la época y la de España de 1898. Viajo a España en esta fecha como corresponsal del diario La Nación. La métrica del poema es muy típica del modernismo, ya que esta compuesto por seis versos que riman en asonante: 14 AABCCB. Podemos encontrar bastantes recursos literarios com por ejemplo: una moteara en el verso 2 “boca de fresa” un paralelismo en el verso tres “ que ha perdido la risa, que ha perdido el color” al igual que también podemos encontrar dos personificaciones en los versos cinco y seis, verso cinco: “esta mudo el teclado” y verso seis: “se desmaya una flor”. En el poema se pueden apreciar muchos símbolos, que eran muy típicos del modernismo. La visión exterior del poema vendría a ser: una princesa triste que esta muy ilusionada por la llegada de su príncipe azul, pero como muchos poemas del modernismo todo el poema tiene un mensaje escondido que en este caso es la metapoetica. Pordiamos concluir el comentando que es un poema muy típico de Rubén Darío y muy típico de la época modernista a la misma vez, ya que esconde un mensaje que a primera vista no se aprecia, también se pueden apreciar toques exóticos como el tema de las princesas y los príncipes y finalmente es típico de la época y del autor por su métrica y sus recursos literarios. Podríamos decir que Gustavo Adolfo Béquer influyo mucho a Rubén Darío a la hora de hablar del tema de sus poemas y de la forma de escribirlos. Es un poema que personalmente me a impresionado, al ver como se pueden esconder tantos aspectos sobre temas tan vistos como el de los príncipes y princesas.

Que voy a hacer en mi monografía

Lo que voy a hacer en mi mongrafía es investigar los aspectos del personaje de doña Ines, una de los personajes principales de Don Juan Tenorio con los de otro de los personajes de la obra El Burlador de Sevilla. Es una pregunta de investigación que me esta constando más de lo que me pensaba responder.